Cercos invisibles: postura de la ONG y Clínica Veterinaria GAAP
En mayo del 2021, como Clínica Veterinaria GAAP instauramos los viernes de posts educativos con el objetivo de promover una cultura en tenencia responsable ya que como equipo estamos en constante búsqueda de diferentes herramientas para educar y apoyar a los tutores y tutoras a mantener a sus perros sanos, contenidos y seguros. Además de esto, valoramos de este espacio educativo el intercambio y la riqueza de saberes y opiniones emitidas por nuestra audiencia, en un ambiente de respeto por todas las personas.
Tras un año de esta labor educativa y a propósito de una reciente publicación, después de consultar con un etólogo y quisiéramos manifestar lo siguiente:
- Agradecemos a quienes siguen nuestras RRSS, participan y emiten su opinión respecto a un tema interesante y potencialmente controversial. Este impulso nos desafía a mantenernos debidamente informados, respaldando nuestras decisiones técnicas con literatura científica.
- La actual ley de tenencia responsable nos ordena mantener contenidas y supervisadas en todo momento a nuestras mascotas por los riesgos que conllevan los atropellos, accidentes, agresiones, extravíos, y ataques a otras mascotas, ganado doméstico o fauna silvestre cuando deambulan libremente por las calles.
- El cerco eléctrico bajo tierra (o cerco invisible) es una de tantas alternativas existentes para contener a nuestras mascotas, pero no la única ya que no es efectiva para todos los perros y contextos. La implementación del cerco invisible requiere una introducción del cerco por parte del tutor/a a la mascota. Este método es legal y no abusivo. Incluso, ha salvado vidas.
- El cerco eléctrico bajo tierra se clasifica dentro de una categoría de dispositivos de ayuda de entrenamiento de pulso eléctrico (EPTA); se define como un dispositivo diseñado para su uso en el entrenamiento de perros, gatos y otras especies de animales de compañía que implica la aplicación de una corriente eléctrica a la piel. Los EPTA se pueden dividir en términos generales en tres grupos funcionales, teniendo vitales diferencias y por tanto siempre deben ser clasificados:
- Dispositivos operados por manipuladores que emiten una descarga eléctrica para facilitar la capacitación (instructores remotos).
- Sistemas de contención que delimitan los límites de un área (al aire libre o en el interior): por lo general, se combinan con alguna forma de estímulo audible o vibratorio emitido por el collar que advierte al animal que se acerca que, si no retrocede, entonces se aplicará automáticamente un estímulo eléctrico (sistemas de cercas subterráneas), siendo éste el único apoyado por GAAP en aquellas mascotas en donde no es posible gestionar otro método de contención.
- Sistemas activados por ruido que emiten un estímulo eléctrico en respuesta a la vocalización del usuario (collar anti ladridos).
- Se reconocen efectos negativos derivados de su uso en algunos perros, como, por ejemplo, el miedo o agresión, o la no eficacia dónde algunos atravesarán la cerca y escaparán de igual modo. Tampoco evitan que otros perros, mascotas o animales de vida silvestre ingresen a nuestro patio, por lo que los perros, incluso podrían ser dañados al interior de su propio patio.
- Por todo lo anterior, siempre será más recomendable el uso de un cerco o cierre perimetral, sin embargo, la extensión del patio, el costo económico o vulnerabilidad frente a perros que cavan o trepan no la hacen del todo infalible.
- Para algunos tutores o tutoras, existen alternativas como atar a sus mascotas o usar una línea de cable largo para contener a su perro, sin embargo, como clínica veterinaria GAAP no siempre las recomendamos, ya que también existe riesgo de asfixia, dependiendo en el lugar y la instalación del cable. Es decir, no existe un único método de contención adecuado para todos los perros, sus tutores y los contextos en los que habitan, sino más bien, métodos más y menos seguros o adecuados para cada perro y circunstancia en particular.
- Por último, y más importantemente, deseamos que las mascotas y perros en general no sean condición de sólo algunos, sino que todos y todas tengan la oportunidad de integrar con responsabilidad una mascota a sus familias ya que reconocemos los efectos positivos que éstas brindan a la salud mental y física de niños, adultos y las propias mascotas. Así, en nuestro programa de educación Mascotas Saludables conversamos y reflexionamos acerca de diferentes métodos y estrategias que atienden a cada situación y mascota en particular ya que no existen absolutos, sino circunstancias que dependen de los contextos. Lo importante es que tomes una decisión informada, discutiendo con un especialista (veterinario, etólogo y/o adiestrador) cuál sería la mejor alternativa para ti y tu mascota. Nuestro objetivo final es que muchos tutores y tutoras, puedan disfrutar de los beneficios derivados de una conexión saludable y respetuosa con su perro.
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